Mesa maciza de roble salvada de LIPASAM
Hace tiempo que la encontré en muy mal estado, sobre la tapa círculos de vasos, quemaduras de cigarros, arañazos de todo tipo y ni restos de barniz ni de cualquier otra protección, expuesta a todo lo que puede deteriorar la madera, por supuesto no podía faltarle su carcoma correspondiente, muy abundante en la parte inferior, vamos que daba pena....había más razones para dejarla que para recogerla, como es evidente me decanté por llevármela ayudada por una amiga.
-Lamento no tener fotos-
Tan pronto como pude comencé su restauración, no había que decapar, ni encolar, pero sí tuve que inyectarle xylamon matacarcomas para curar la madera dañada y prevenir otro ataque de xilófagos. Con un buen lijado fue suficiente, me gustó mucho el contraste de las betas y no quise aplicarle ningún tinte, lo que sí lleva, son un par de manos de gomalaca muy diluida para subir el tono dorado del roble. Sin olvidar que para protegerla totalmente lleva otras tantas manos de tapaporos nitrocelulósico que le añaden más color.
El toque final, un buen abrillantado con cera y todos los desperfectos se taparon con cera de abeja teñida.
Pienso que mereció la pena rescatarla, es muy práctica se coloca en cualquier sitio, como mesa auxiliar o como un banquito con un cómodo cojín, actualmente la utilizamos para la televisión.
Aquí se aprecia un detalle de manufactura, la tapa está fijada sobre peones, cosa que lamentablemente ya no se ve y una de las razones para conservarla.
-Sigo sin mejorar en fotografía...pero para hacerse una idea no están mal-